Cómo legalizar una instalación fotovoltaica
Legalizar una instalación fotovoltaica es el primer paso para poder acceder a las subvenciones y bonificaciones que existen en materia de uso de energías renovables. Y también para disfrutar de la compensación por el excedente de energía producida. Por eso, es importante conocer cómo se debe llevar a cabo el proceso para no cometer ningún error que pueda perjudicarnos.
¿Es obligatorio legalizar mi instalación fotovoltaica?
La legislación española establece que todas las instalaciones eléctricas, estén o no destinadas al autoconsumo, deben pasar por un proceso de legalización. El autoconsumo sin legalizar constituye una infracción legal y se sanciona con multas que pueden llegar a ser bastante elevadas.
La legalización de instalaciones fotovoltaicas es necesaria para evitar sanciones, pero también es esencial para que puedas acceder a los beneficios fiscales y deducciones sobre el IRPF, e incluso a la hora de pagar el IBI, que se han establecido en los últimos años, y también para poder cobrar el excedente de energía que produzca la instalación.
De hecho, la comercializadora eléctrica, a la hora de firmar el contrato, exige ver la documentación que acredita la legalización de la instalación.
Quién es el responsable de legalizarla
La legislación determina que legalizar placas solares es responsabilidad de los instaladores, con carácter general.
Los particulares que instalan placas solares residenciales o industriales no pueden iniciar por sí mismos el proceso para legalizar la instalación fotovoltaica. Solo hay una excepción, en el caso de Cataluña, ya que este trámite sí lo pueden realizar los particulares.
En el resto de casos, son los instaladores autorizados o empresas especializadas quienes asumen esta responsabilidad. Es fundamental que el procedimiento se lleve a cabo de forma correcta y por las personas competentes. Si no es así, aunque la instalación se haya hecho perfectamente desde el punto de vista técnico, no será legalizada por la Administración.
Pasos para legalizar una instalación fotovoltaica
Estos varían un poco en función de si estamos ante una instalación de más o menos de 10 kW.
Legalización de instalaciones fotovoltaicas de menos de 10 kW
Para obtener la legalización, todo el proceso, desde el inicio de la obra, debe ajustarse a la legislación vigente.
Lo primero es obtener los permisos de obra pertinentes por parte del ayuntamiento. Si es una instalación para autoconsumo colectivo, también es necesario contar con el permiso de la comunidad de vecinos.
Una vez hecha la instalación hay que solicitar el código de autoconsumo eléctrico (CAU) a la distribuidora eléctrica, para identificar y registrar la instalación.
Después, se remite a la autoridad competente, para la legalización, la licencia de obra que ha emitido el ayuntamiento, el boletín eléctrico, la memoria técnica de diseño y la declaración responsable de instalación.
Una vez validada la documentación por la Consejería de Industria autonómica, hay que contactar de nuevo con la distribuidora para modificar o crear un nuevo contrato de suministro, de acceso y conexión. Si se va a optar por el sistema de compensación por excedentes, también hay que firmar un contrato relativo a esta materia.
Legalización de instalaciones fotovoltaicas de más de 10 kW
Los pasos son básicamente los mismos. La diferencia es que hay que presentar un proyecto técnico corroborado y autentificado por un instalador certificado, en lugar de la memoria técnica.
Legalizar una instalación fotovoltaica resulta algo sencillo y rápido si lo dejas en manos de profesionales como los de nuestro equipo. Así que, ante cualquier problema o pregunta que tengas, puedes contactarnos sin compromiso.
Estos trámites pueden resultar un verdadero quebradero de cabeza para aquellos que realizan su primera instalación fotovoltaica.
En mh ECONFORTA nos encargamos de la legalización de instalaciones fotovoltaicas. Si desea conocer cómo podemos ayudarle, puede ponerse en contacto con nosotros aquí.